Hoy el caracolero se pasea por el huerto.
¿Te gustan los tomates? ¿Te has preguntado alguna vez cómo se cultivan en el huerto? Si la respuesta es sí, estás de suerte. En este artículo te voy a contar todo lo que necesitas saber sobre el tomate y su cultivo en el huerto.
El tomate es una fruta (sí, has leído bien, una fruta) originaria de América del Sur que se ha adaptado a diferentes climas y suelos. Es una planta anual que pertenece a la familia de las solanáceas, como la patata o el pimiento.
El tomate tiene muchas variedades, formas, colores y sabores. Algunas de las más conocidas son el tomate cherry, el tomate pera, el tomate raf o el tomate corazón de buey. Para cultivar tomates en el huerto necesitas un lugar soleado, un suelo fértil y bien drenado, y un riego regular pero no excesivo. También debes protegerlos de las plagas y enfermedades que pueden afectarlos, como el pulgón, la mosca blanca o el mildiu.
Los tomates se siembran en semillero a finales de invierno o principios de primavera y se trasplantan al huerto cuando las plantas tienen unos 15 cm de altura. Se deben dejar unos 50 cm entre planta y planta y unos 80 cm entre hilera e hilera. Los tomates se cosechan cuando están maduros, lo que se nota por su color y su textura. Se pueden consumir frescos o elaborar salsas, conservas o zumos con ellos.
Los tomates son muy nutritivos y tienen muchas propiedades beneficiosas para la salud. Son ricos en vitaminas A, C y E, antioxidantes, licopeno y fibra. Ayudan a prevenir el cáncer, a mejorar la visión, a fortalecer el sistema inmunológico y a regular el tránsito intestinal. ¿A qué esperas para cultivar tus propios tomates en el huerto? Te aseguro que no te arrepentirás. El tomate es una fruta deliciosa y versátil que hará las delicias de tu paladar.