Hola, amigos y amigas del caracolero. Hoy os traigo una receta muy típica de Andalucía, la receta de caracoles a la andaluza, que seguro que os va a encantar: los caracoles a la andaluza. Sé que hay mucha gente a la que no le gustan los caracoles, pero os aseguro que si los probáis con esta salsa tan sabrosa y picantita, os vais a chupar los dedos. Además, son muy fáciles de hacer y muy económicos. ¿Qué más se puede pedir?
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar bien los caracoles. Para ello, los vamos a poner en un recipiente con agua y sal, y los vamos a dejar unas horas para que suelten toda la tierra y el moco que puedan tener. Luego, los enjuagamos varias veces con agua fría hasta que el agua salga limpia. También podemos comprarlos ya limpios, pero yo prefiero hacerlo yo mismo, así me aseguro de que están bien.
Una vez limpios, los ponemos en una olla grande con agua fría y un poco de sal, y los llevamos al fuego. Cuando empiecen a hervir, veremos que los caracoles sacan la cabeza fuera de la concha. Eso significa que están vivos y listos para cocinar. Los dejamos hervir unos 15 minutos, espumando de vez en cuando para quitar las impurezas que puedan soltar.
Mientras tanto, vamos a preparar la salsa. En una sartén con aceite de oliva, sofreímos dos dientes de ajo picados y una cebolla picada fina. Cuando estén blanditos, añadimos una cucharada de pimentón dulce, una cucharadita de comino molido, una pizca de orégano seco, una hoja de laurel, una ramita de tomillo fresco y media guindilla de cayena (o más si os gusta muy picante). Removemos bien y dejamos que se cocine todo unos minutos.
A continuación, añadimos un bote de salsa de tomate (o tomate natural triturado), un chorrito de vinagre de Jerez, un poco de caldo de verduras (o agua) y sal al gusto. Dejamos que hierva la salsa unos 10 minutos a fuego medio, hasta que espese un poco y se integren los sabores.
Por último, incorporamos los caracoles escurridos a la salsa y mezclamos bien. Añadimos también unas ramitas de hierbabuena fresca, que le dará un toque muy aromático y refrescante. Dejamos que se cocinen juntos unos 5 minutos más, para que se impregnen bien del sabor de la salsa.
Y ya tenemos listos nuestros caracoles a la andaluza. Los podemos servir en cazuelitas individuales o en una fuente grande para compartir. Lo ideal es acompañarlos con pan crujiente para mojar en la salsa, y con una cerveza bien fría para combatir el picor. Os aseguro que es un plato delicioso y muy divertido de comer. Espero que os animéis a probarlo y me contéis qué os ha parecido. ¡Hasta la próxima!